lunes, 24 de mayo de 2010

Óbito, trance, fin, defunción

Seguramente, si nos preguntan, a bote pronto, qué es lo que sabemos sobre la vida y qué es lo que sabemos sobre la muerte, diremos muchas más cosas y más suculentas sobre la muerte que sobre la vida. Si nos piden que digamos sinónimos de muerte, nos pondremos (porque la gilipollez no tiene límites) a enumerar diversos términos ,cual diccionario enciclopédico, que pretenden condensar el significado único y absoluto que tiene la muerte. Si nos piden que digamos sinónimos de vida, casi seguro que se forma un silencio incómodo por nuestra parte.

Es evidente que no se le pueden poner sinónimos a la muerte. Ella está ahí, agazapada, esperando su momento. Pero, a pesar de todo, es pura e irreductible. No hay sinónimos de la muerte porque estamos vivos. No se le pueden poner sinónimos a la muerte desde la vida. Tratar de hacerlo sería una incongruencia por nuestra parte.

Después, si nos piden que creemos en nuestra mente una imagen de la muerte, nos vendrá a la cabeza la típica del esqueleto enfundado en una larga túnica negra que sostiene una afilada guadaña en una de sus huesudas manos.

La muerte no tiene imagen, no tiene palabras, no tiene sinónimos. La muerte es, precisamente, la ausencia de imágenes, de palabras, de sinónimos. La ausencia de la vida, al fin.

La pregunta correcta no es si hay vida después de la muerte. La pregunta correcta es si hay vida antes de la muerte. Para responderla, necesitamos huir de los convencionalismos e intentar buscar un razonamiento que no caiga en lo patético.

Así pues, cojamos un diccionario y llenemos nuestra vida de palabras que se escriben con mayúsculas y que tienen un millón de sinónimos para introducir en nuestro amplio y, en determinadas ocasiones, culto vocabulario. Seguramente, nunca sentiremos un vacío existencial tan grande como en ese preciso instante.

1 comentario:

  1. En este preciso momento para mi es más cierta la vida que la muerte. Tengo conocimiento y experiencia de la vida, no asi de la muerte. "Todos estamos muertos, algunos jugamos a darnos cuenta de ello".

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