miércoles, 21 de abril de 2010

Sin miedo a leyes ni a nostalgias




Soledad que te pegas a mi alma
en la dulce soledad de este campo de otoño.
No hay momentos de sosiego.
Rebeldía pura de amores sin amores,
ilusiones puras y puros conformismos
intentando levantar el espíritu nostálgico
de querer estar contigo y nunca estarlo.
Volverás de vez en cuando a estas tierras agrietadas
y verás de nuevo a quien te ama, borracho,
borracho de amores y libertades
y también de vinos por olvidarte. Borracho.
Y si surgen saludos y palabras,
tal vez notes la dureza de mi estilo
queriendo no herirte en nada
y en mi soledad sólo herirme yo mismo.
Y verás sin duda el resurgir poderoso del guerrero
sin miedo a leyes ni a nostalgias,
y lo verás caer una y mil veces
y levantarse de nuevo
con la pura bandera de su raza.

(Manolo Chinato- Soledad de amores)



Porque desdicha es un sinónimo de futuro. Porque los aplausos son tortas con trampa. Porque necesito que alguien me explique (con todo lujo de detalles, por favor) cómo se siente uno al tener éxito en la vida. Porque quiero sentir una sensación parecida al calor en las mejillas. Porque es la envidia la reina del mambo. Porque recibo mails (no me gusta decir correos porque no pretendo imponerle nada a nadie. Cada uno puede hacer con su cuerpo lo que quiera) de personas que se piensan que me conocen mejor que yo. Porque nuestra sombra es una ligera copia de un murmullo. Porque permanecer no es coherente. Porque tenemos la piel ungida con el aceite de nuestras cavilaciones. Porque he hecho una lista de pros y contras y no me ha salido ningún pro. Porque todo tiene sus rosas y sus espinas. Porque estoy cansada de que llamen y no conteste nadie al otro lado. Porque somos todos más tontos que cualquiera. Porque uno más uno nunca han sumado dos. Porque no hay muerte más dulce que la de morir ahorcado en calle Melancolía por una cuerda vocal de Jacques Brel. Porque la vida y la muerte son dos mujeres de cuerpos sinuosos. Porque no todo es negro o blanco. Porque quiero encontrar un lugar en el que las flores sean algo más que un adorno. Porque las verdades a medias son la peor de las mentiras. Porque quién tiene la certeza de que hoy no es ayer y ayer no es pasado mañana. Porque me atraganto con mi propia voz. Porque una canción se puede convertir en la excusa perfecta para volverse sordo. Porque esta embriaguez de pensamientos es muy extenuante. Porque la sed de sangre no se apaga nunca. Porque todo es un decorado. Porque esto me recuerda que tenía que olvidarlo. Porque es o ser o estar. Porque las circunvoluciones de nuestro cerebro son un buen lugar para albergar una constelación de ideas estrelladas. Porque un río no es un mar, por mucho que se esfuercen en convencernos de lo contrario. Porque todo es mucho más fácil cuando no es. Porque un pie vale más que cuatro manos. Porque la tierra trabajada grita. Porque un dios en un desierto es un simple grano de arena más.

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